Tic, tac, tic, tac… Mientras se agota la cuenta atrás hacia los Oscar (vale, también hacia los Goya), la cartelera vuelve a tomarse un respiro después de semanas intensas, y nos previene para un futuro cercano marcado por estrenos entre flojos y anodinos. De momento, todavía hay platos jugosos que llevarse a la boca:
-No: La primera cinta chilena que compite por una estatuilla dorada (aunque Amor es la favorita por goleada) tiene a Gael García Bernal de cabeza de cartel y nos retrotrae al año 1988, cuando el dictador Augusto Pinochet se vio forzado a convocar un referéndum de apoyo al régimen. GGB interpreta al creativo publicitario que promueve una campaña para que triunfe el “no” en el plebiscito. Una cinta, dirigida por el joven pero cada vez más consolidado Pablo Larraín, que llega precedida de excelentes críticas y un fuerte respaldo (Oscar, Cannes). La mejor opción del fin de semana.
-Gangster Squad: Ni siquiera su reparto de campanillas (Ryan Gosling, Sean Penn, Josh Brolin, Emma Stone, Nick Nolte) ha conseguido opacar sus muchos defectos. Su pobre taquilla ha sido el reflejo de que algo no acaba de funcionar en esta cinta que pretende ser homenaje de los míticos filmes sobre el hampa, pero que se queda en pálida copia por culpa de un guión deficiente y la ineficaz dirección del desconocido Ruben Fleischer. Una lástima.
-Las ventajas de ser un marginado: Cinta con pretensiones ambientada en el universo teen, saludada por algunos como manifiesto generacional, con un reparto cuya cara más conocida de su joven reparto es Emma Watson, la Hermione de la saga Harry Potter. Dylan McDermott y Paul Rudd aportan un plus de experiencia al conjunto.
-Mamá: Cine de terror con niños que acojonan apadrinado por Guillermo Del Toro. Buena taquilla en USA. Protagonizan Jessica Chastain (candidata al Oscar por Zero Dark Thirty) y Nikolaj Coster-Waldau, el Matarreyes de Juego de Tronos.
*Además: Marina Abramovic: La artista está presente; Muertos de amor.