Profusión de nuevos inquilinos en la cartelera. Abundancia de estrenos y varios de ellos, no olvidemos la época en la que estamos, con cosas interesantes que decir en los próximos Oscar (menos de un mes para el gran día):
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-El lado bueno de las cosas: Una de las sorpresas de la temporada. No es habitual que una comedia haga tanto ruido en los Oscar, pero esta película de David O. Russell ha colado a sus cuatro protagonistas, si bien solo una, Jennifer Lawrence, parece tener opciones reales de premio. Más complicado lo tienen Bradley Cooper, Robert De Niro y Jackie Weaver. De Niro vuelve a ser candidato 2 décadas después (lo que habla de sus pésimos papeles en todo este tiempo). Ese repóker, más las candidaturas en película, director y guión son todo un pelotazo para una cinta que ha funcionado a las mil maravillas en Estados Unidos, pero que probablemente pierda fuelle overseas, como dicen allá. La historia: un romance fuera de lo convencional entre un tío bipolar y una chica peculiar.
-Bestias del sur salvaje: Para pelotazo, el de este filme casi minúsculo sobre una familia marginal que vive (o malvive) a orillas del Mississipi, en los márgenes de Nueva Orleans, con el Katrina de fondo. Su protagonista ha batido todos los récords, candidata a mejor actriz con solo 9 añitos… ¡pero es que tenía 6 en el momento del rodaje! Por no hablar del director, el desconocido y debutante Benh Zeitlin, que opta a estatuillas en las categorías de dirección y guión a sus tiernos 30 años. Lo dicho: la invitada modesta a las Oscar que pulveriza marcas de precocidad.
-El vuelo: Denzel Washington es un piloto borracho, farlopero y mujeriego que, en plena noche loca, consigue salvar a la mayoría del pasaje del avión que pilota gracias a su buena mano y su repertorio de virguerías. Su problema, que pronto afloran sus vicios. Esos que no le impiden marcarse una exhibición aérea. Dirige Robert Zemeckis, el de Regreso al futuro, tras unos años volcado en la animación.
-El cuarteto: A sus 75 añazos, Dustin Hoffman se estrena como director con una cinta, suponemos que es premeditado, ambientada en una residencia para músicos talluditos. Entre abuelos anda el juego.
-Coriolanus: Otra obra de Shakespeare sirve a Ralph Fiennes para colocarse simultáneamente delante y detrás de las cámaras. Su rival, Gerard Butler, uno que se ha dedicado a malgastar la fama que obtuvo gracias a 300 (quizás no da para más, vaya).
*Ademas: Proyecto Nim, Movie 43, La banda Picasso, Il Vilaggio di Cartone; y otras.
